Miles de personas en nuestro país se desviven diariamente en busca de un empleo, de una actividad laboral, que les permita, en primera instancia, allegarse un ingreso económico para sufragar sus gastos personales, o los de su familia; en segundo plano, ansiando desarrollar la experiencia de sus conocimientos en actividades pasadas. De este modo, van acumulando amarguras al encontrar negativas por parte de las empresas, independientemente si hay o no una oportunidad para ellos, o porque no se cumple con el perfil del puesto. Algunos de ellos desisten y se cruzan de brazos, convirtiéndose en cómplices de un sistema económico nacional, al arroparse en el comercio informal. Los otros, con más elementos de autoestima, sin vacilación alguna, siguen su marcha, hasta que algún Negocio les abre las puertas, bien por los alcances de su talento, bien por las características de su personalidad. Y en contraparte, miles de empresas buscan diariamente…